Tras el tropezón electoral del domingo, donde el oficialismo local cosechó más críticas que votos, el Municipio de Makallé decidió comenzar la semana con un acto de gestión… simbólica. Este lunes, se inauguró un mástil con bandera, en una ceremonia modesta pero cargada de intención (y necesidad de mostrar algo).
Como en todo acto oficial que se respete, no faltaron los niños para la foto. Participaron alumnos y docentes de la Escuela Primaria N° 34 “Juan P. Ramos”, quienes pusieron la cuota de ternura institucional. El evento fue encabezado por el intendente Marcelo Angione, acompañado del secretario de Gobierno, Sebastián “Tuly” Ríos, figura destacada en la reciente derrota legislativa y ahora también animador de actos patrióticos de bajo presupuesto.
Menos obras, más banderas
Al parecer, tras dejar gran parte del presupuesto en la campaña, ahora tocan tiempos de vacas flacas. Por eso, el mástil se volvió una obra de gestión digna de tijera y cinta. No será una gran obra, pero al menos se puede inaugurar y subir en redes.
Con discursos breves, algunas miradas perdidas y una bandera que flameaba con dignidad, el acto cerró con la convicción de que la gestión continúa, aunque sea en formato mini.
Mientras tanto, en Makallé, la bandera ya flamea. Y aunque no alcanza para tapar el resultado de las urnas, al menos ondea con firmeza… y eso ya es algo.