En comunicación con Elio Gómez, ex combatiente, oriundo de Makallé, nos relató su testimonio y cómo vivió esa experiencia en la Guerra de Malvinas a 42 años d los hechos.
Elio Gómez, fue soldado clase 62, cumplió con el servicio militar obligatorio desde el 13 de marzo de 1981 en el Regimiento de Infantería 5 en Paso de los Libres, Corrientes.
Gómez asegura que, “Vi a la cara el horror de la guerra, ver soldados, suboficiales, oficiales, heridos y muertos, algunos mutilados, nunca se me borró el olor a sangre y carne quemada”.
“Cuando comenzó el conflicto con Inglaterra, estuve a punto de salir de baja, pero fuimos enviado a combatir en las Islas Malvinas. Nos asignaron Puerto Howard, en las Islas Gran Malvinas” recordó.
42 años del conflicto bélico en las Islas Malvinas, aquel 2 de abril de 1982.
Elio recuerda que “Llegamos a Malvinas el 24 de abril de 1982, al principio nos dedicamos a preparar las trincheras (los denominados pozos de zorros). A partir del 1° de mayo, fecha en que llegaron las flotas enemigas, tuvimos ataques constantes, de día aéreos y por la noche bombardeo naval”.
“Tuve distintas situaciones a las que debía adaptarme sin pensarlo mucho. Momentos lindos, de triunfo podría decirse, como cuando derribamos un avión enemigo, el piloto se eyectó y fue tomado prisionero por nuestra fuerza militar. Pero también tragos muy amargo, como cuando sufrimos un ataque aéreo por sorpresa donde perdieron la vida 4 soldados, compañeros, imaginen el dolor, después de haber convivido más de un año, ya éramos como hermanos” lamentó.
El veterano de guerra reconoce que “En la guerra aprendí a soportar el frío extremo, con ropa inadecuada, a soportar el hambre, adaptándome a una sola comida por día, la guerra me enseñó a hacerme fuerte, a pesar de tener miedo”.
Gómez recuerda también “Cuando llegó el momento de la rendición fue muy doloroso, muy triste, muy humillante. Los ingleses posando y sacándose fotos arriando nuestra bandera e izando la de ellos y nosotros formando fila entregando nuestro armamento, nos sacaron el cinto, los cordones de los borceguíes y nos registraban los bolsillos”.
Finalmente, exhortó a recordar a los caídos de la Guerra de Malvinas “Yo volví sano físicamente, pero con heridas en el alma. Con mucho dolor por los que no pudieron volver, por los que ofrendaron sus vidas a la Patria. Por eso creo que tener la responsabilidad de sostener viva la causa Malvinas, mantener nuestra bandera más alta que nunca, para que hoy, 2 de abril no sea un feriado más y así honrar sus sacrificios”.