La Policía descubrió el hecho a raíz de la denuncia de un hombre que indicaba que hacía días no sabía nada de su sobrino. Estaba muerto en su vivienda, y sus familiares lo ocultaban.
Un hombre de 38 años avisó que hace varios días que no sabía nada de su sobrino de 24 años, Gastón Chávez. Fue a la casa donde residía, pero no lo dejaron entrar y no quisieron darle ningún tipo de información al respecto. Fue entonces cuando el tío denunció la desaparición y, luego de una discusión con otros familiares que ingresaron al domicilio, los policías lo hallaron sin vida. Estaba en una de las habitaciones de la casa de su madre y llevaba varios días fallecido.
El llamado al 911 llegó en la madrugada de este jueves. El hombre de 38 años dijo que hace tiempo no sabía nada de su sobrino y, cuando fue a buscarlo a su casa, los familiares actuaron de una forma algo sospechosa, según lo expresó al realizar la denuncia.
En la casa vivían Gastón Chávez con su madre, su padrastro, su hermana y su sobrina. Los uniformados fueron hasta la vivienda, pero ninguno de ellos habría querido brindar información respecto al paradero y tampoco dejaron que el tío de 38 años ingrese a la casa. Por ello, un policía quedó de resguardo.
Al enterarse de lo ocurrido, varios familiares más llegaron a la casa, ingresaron a la fuerza y el policía que estaba resguardando el lugar tuvo que intervenir para que la situación no pase a mayores.
Fue en ese momento, que encontraron en el último dormitorio el cuerpo Gastón. De inmediato comenzaron a articularse las acciones Forenses y de Perito Judicial y los familiares del joven fueron conducidos a la comisaría Local.
A las 5:40 llegó el móvil tanatológico de la División Bomberos de Charata. Allí lograron examinar el cuerpo del joven de 24 años que, según los forenses, llevaba más de tres días de fallecido por “muerte natural”. La Policía investiga porqué retuvieron el cuerpo del joven, tanto tiempo.
Rezaban para que resucite
«Estas personas vivieron con el cuerpo de su familiar más de tres días con un olor nauseabundo en el domicilio pero ellos decían que estaban orando para que el mismo resucite y se recomponga su estado de salud, pero por lo visto la situación era drástica», dijo después Daniel Parra, el jefe de la comisaría de Las Breñas.
Además señaló que «los familiares tenían una actitud desaprensiva, no eran coherentes en sus expresiones, tenían muchas expresiones religiosas. Al consultarle sobre la persona que se buscaba interponían a Dios en sus expresiones».
«Es una situación religiosa llevada al extremo, ellos hablaban del pastor de una iglesia Evangélica de esta localidad por lo cual se le pide a las personas que sean creyentes que tampoco vayan a los extremos de estas circunstancias. Es la primera vez que toca vivir una experiencia como esta», agregó Parra.