El jefe comunal aseguró que la localidad es «un caso atípico» porque tiene afluencia de personas de otras provincias y de otros países, debido a la planta de Indunor -de capitales italianos- instalada allí.
El intendente de La Escondida, Francisco Winnik, comentó en diálogo con Radio Provincia cómo atraviesa ese municipio de 8.500 habitantes su situación sanitaria por estos días, en donde se definió suspender las clases presenciales por 48 horas desde este jueves. El jefe comunal aseguró que «nuestra localidad es atípica a la mayoría, porque recibimos personas de otras ciudades, pero también de otras provincias y de otros países, ya que tenemos una gran empresa de capital italiano».
«Estábamos teniendo 5 o 6 casos activos de COVID-19. Hoy tenemos 20 personas con casos activos, y por eso en conjunto autoridades del hospital de La Escondida y de Educación, se tomaron medidas preventivas hasta el lunes 17. Allí se evaluará nuevamente retomar las clases presenciales. Sólo uno de los casos positivos está internado en Resistencia», remarcó. «Como es una localidad chica, podemos manejarnos mejor con asistencia de todo tipo con mercadería y medicamentos. También ellos colaboran con el bloqueo. En un momento tuvimos 75 casos activos y volvimos a cero. Con buen trabajo se puede reducir esos números», agregó y destacó el trabajo mancomunado con el Ministerio de Salud.
En este marco, Winnik señaló que con las familias del municipio «se logró tomar conciencia. Al principio fue un poco más difícil, pero ahora ya podemos convivir con estas situaciones. Vamos a salir pronto de este número de 20 activos para volver a cero».
Cabe recordar que en La Escondida se encuentra la taninera Indunor de capitales italianos, por la que Winnik recordó que en marzo de 2020 un representante de la firma llegó desde Italia con síntomas y se activaron los protocolos. Sin embargo, no existe un temor por la llegada de estos ejecutivos: «Creo que se perdió ese estigma. Fue la primera localidad aislada en todo el país. Pero hoy no nos relajamos, sino que ya aprendimos a convivir. La gente tomó conciencia y ante el primer síntoma ya se realiza el hisopado en el salón de usos múltiples que cedimos para este trabajo».