Por Belén Tóffalo (*)
¿La nueva inquisición? En los últimos años, con el avance del uso de las redes sociales, se gestó una nueva modalidad para provocar daño o para hacer «justicia» por mano propia, al mejor estilo inquisitorial.
Una manera muy peligrosa y primitiva de buscar celeridad ante los reclamos sociales con consecuencias gravísimas a la dignidad de la persona «escrachada» y eventualmente su familia.
Resulta muy fácil hacer una publicación defenestrando a alguien y compartirla, generando una replica masiva, cuando a su vez distintos usuarios (imprudentes) la comparten. Todo ello, sin cerciorarse previamente sobre su verdadero contenido o sobre la fuente que dio origen a dicha publicación.
Si bien es cierto que muchas veces los ciudadanos sienten la ausencia de respuesta del Estado ante la falta de celeridad, se agrega como detonante la tremenda intolerancia y ansiedad social que actualmente vivimos, incurriendo así en el camino equivocado, ya que violan todos los pasos formales legales que corresponden para hacer sus reclamos.
La justicia rápida no siempre es justa. Hacer las cosas bien lleva un tiempo de investigación, averiguación, cotejo de pruebas, escuchar a las involucrados, etc.
¿QUE CONSECUENCIAS LEGALES PUEDE TRAER APAREJADA ESTA CONDUCTA?
Compartir en redes sociales la denuncia contra una persona, publicar su nombre o su imagen, acusándola de la comisión de algún delito, conlleva una responsabilidad civil y penal.
Pueden incurrir en los delitos de calumnias, injurias, amenazas, extorsión, acoso, daños y perjuicios. En nuestro país, afortunadamente contamos con novedosos y fenomenales fallos.
Los ciudadanos deben tomar conciencia de que quien COMPARTE DENUNCIAS INFUNDADAS DE TERCEROS, EN REDES SOCIALES, DEBERÁ RESPONDER POR LOS DAÑOS GENERADOS.
«Quien comparte denuncias infundadas en redes sociales deberá responder por los daños generados»
¿QUE SE RECOMIENDA ANTE ESTOS ILÍCITOS?
Como primera medida, preservar la prueba, con fotos, capturas, y/o filmaciones, para luego certificar ante escribano publico y proseguir con delitos informáticos con las denuncias e intimaciones que correspondan con su abogado de confianza.
EL PROBLEMA DE LOS PERFILES FALSOS
Actualmente, con el auge y avance de estos delitos de cibercrimen, podemos dar con los usuarios de perfiles falsos, aunque la investigación sea mas larga o compleja, pero algunas veces, cuando las publicaciones son masivas e incontrolables, se debe accionar contra las redes sociales que correspondan para proceder a su eliminación.
