3 de septiembre: Día Mundial de la Higiene

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Este día se celebra para recordar la importancia de la higiene en la prevención de diferentes tipos de enfermedades como el cólera, diarreas, infecciones, etc. Además, se redoblan los esfuerzos por mantener la higiene en los alimentos y bebidas, lugares públicos, etc., así como la eliminación segura de todos los desperdicios domésticos para a evitar las enfermedades.

En esta fecha los especialistas recomiendan convertir en hábito el lavado de manos con agua y jabón o con alcohol en gel para prevenir enfermedades como la diarrea, influenzas, hepatitis, neumonías, Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) e infecciones de la piel.

Según datos de Unicef, lavarse las manos con jabón puede reducir la incidencia de infecciones respiratorias en un 23 por ciento, como la neumonía, que es la primera causa de muerte de niños menores de cinco años y que mata cada año a 1,8 millones de chicos. Cabe destacar que más de 5 mil niños menores de cinco años mueren diariamente en el mundo como resultado de las enfermedades diarreicas, debidas en parte al agua contaminada, a la carencia de instalaciones de saneamiento básico y a prácticas higiénicas deficientes.

La higiene de los alimentos es otro de los puntos a tener en cuenta. Frutas y verduras crudas deben lavarse cuidadosamente con agua potable, y el lavado de manos antes y después de manipularlas debe ser constante para evitar la propagación de gérmenes.

Por todo esto una vez más destacamos la importancia de la higiene para tener una mejor calidad de vida para nosotros y futuras generaciones.

Higiene es el conjunto de conocimientos y técnicas que deben aplicar los individuos para el control de los factores que ejercen o pueden ejercer efectos nocivos sobre su salud. La higiene personal es el concepto básico del aseo, limpieza y cuidado de nuestro cuerpo.

Mantener una higiene personal adecuada, previene enfermedades e infecciones.

Se entiende higiene como:

Limpieza, aseo de lugares o personas.

Hábitos que favorecen la salud.

Parte de la medicina, orientada a favorecer hábitos saludables, en prevención de enfermedades.
Reconocimiento, evaluación y control de aquellos factores y tensiones ambientales que surgen en el lugar de trabajo y que pueden provocar enfermedades, quebrantos de salud, quebrantos de bienestar, incomodidad e ineficacia de los trabajadores y los ciudadanos.

La higiene personal es la parte de la medicina que trata de los medios en que el hombre debe vivir y de la forma de modificarlos en el sentido más favorable para su desarrollo.

Claves para mantener una buena higiene personal

Debemos lavarnos las manos antes de cada comida. Durante el día establecemos contacto con miles de gérmenes, que transportamos en las manos.

La ducha diaria es una costumbre que se debe establecer. Durante el día caminamos, corremos, tenemos contacto con multitud de superficies, sudamos, etc. Una ducha diaria con los jabones adecuados garantiza que nuestra piel esté libre de infecciones.

La hidratación de la piel después de la ducha no debe ser un lujo. Tenemos que cuidar nuestra piel de las agresiones externas y evitar que se reseque y agriete. Así como utilizar desodorantes para evitar el mal olor y/o antitraspirantes para el exceso de sudor.

Debemos ducharnos después de la realización de deporte.

No debemos olvidar el cuidado de las uñas de las manos y los pies. Tenemos que cortarlas y limarlas convenientemente para evitar infecciones de la uña y de la piel circundante.

El cuidado del cabello es esencial. Hay que lavarlo con un champú suave y de vez en cuando cortarlo para renovar las puntas y mantenerlo sano.

Una mascarilla hidratante para el pelo de vez en cuando lo mantendrá hidratado y brillante.
Debemos cepillarnos los dientes después de cada comida principal, y si no es posible, al menos después de cenar. Hemos de asegurarnos que el cepillo llegue a todas las superficies dentarias. Por ello es bueno cepillarlos poco a poco y siguiendo un orden: es aconsejable empezar por las superficies externas, luego las internas y por último las masticatorias. El tiempo calculado para realizar la limpieza de modo óptimo es entre cuatro y cinco minutos. Podemos utilizar también colutorios y seda dental para completar la limpieza. No hay que olvidar la limpieza de la lengua frotándola con suavidad hacia delante usando el cepillo de dientes o bien usando un limpiador lingual.

No debemos utilizar bastoncillos para la limpieza de los oídos. Facilitan el arrastre de gérmenes al interior del oído y la aparición de otitis externa.

Tanto la ropa como el calzado deben ser objeto de especial atención. Es indispensable cambiarse de ropa después de la ducha o baño. La ropa interior se cambiará diariamente.

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