Distinto fue el caso de restoranes y patios de comida en donde la responsabilidad social estuvo mucho más presente y casi no se registraron incumplimientos por parte de los comensales, en su gran mayoría de grupos familiares de no más de cuatro personas. En todos los lugares visitados por FOCO se pudo notar el correcto distanciamiento social entre meses y el cumplimiento de los protocolos sanitarios de desinfección obligatorios entre los distintos turnos.
Si bien hubo gran cantidad de turnos sacado a través de la plataforma Tu Gobierno Digital, los empresarios aseguraron que no todos se hicieron presentes y esto generó cierta preocupación en el sector.
La propietaria de la Chopería y restorán Baco, Verónica Mazzarolli, expresó su gran alegría de poder volver a trabajar luego de casi cinco meses, pero a su vez resaltó las expectativas que se generan alrededor de esta reactivación y que se constituye en un desafío por la nueva modalidad de trabajo.
“Vamos a poner toda nuestra voluntad para brindar un excelente servicio y de manera segura para nosotros y los clientes, ya que nos venimos capacitando hace semanas para cumplir correctamente los protocolos sanitarios”, expresó la empresaria.
Mazzarolli explicó que si bien el sistema de turnos fue correctamente por muchos clientes, también se notó la inasistencia en los primeros horarios de la noche y este genera cierta preocupación.
“Tenemos que adaptarnos a esta nueva modalidad, ya que a pasar de las reservas los primeros horarios estuvieron un poquito flojos, pero seguimos de manera positiva, pasito a pasito, viendo como nos amoldamos y llevamos adelante esto que consideramos como una prueba piloto de lo que será esta nueva normalidad”, aseveró la dueña del Baco.
“Desde el sector veníamos muy mal, porque con el sistema delivery era imposible sostener toda esta estructura, por eso fue muy difícil hacer frente a toda la inversión que tuvimos que realizar para cumplir con los protocolos sanitarios y poder comenzar con el servicio esta noche”, aseveró la también titular de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines del Chaco.
Los primeros en abrir sus puertas para atender al público fueron las confiterías y bares a primera horas del sábado. También con estricto cumplimiento de protocolos biosanitarios, las mesas respetaban el distanciamiento de dos metros pero en muchos casos no se exigía el cumplimiento de la cantidad máximas de personas por mesa.
Muchos emprendimientos tradicionales de la ciudad no abrieron sus puertas, como es el caso del ZAN-EN, que como explicó una de sus propietarias, prefirieron tomarse unos días para ajustar todos los detalles y cumplir con las normativas vigentes exigidas para luego proceder a la reapertura. Lo mismo ocurrió con la confitería No me Olvides, en Laprida 198, que este sábado por la mañana no abrió para poner a punto todos los detalles para atender de la mejor manera a sus clientes.
El que sí abrió sus puertas fue el Café Martínez, que cumpliendo con los protocolos sanitarios vigentes abrió sus puertas y atendió a sus clientes en los espacios exteriores del local por calle Güemes. Carlos, encargado del turno, aseguró que pudieron adaptarse a las circunstancias y comenzar a atender a sus clientes habituales con mucho entusiasmo y agradecimiento por poder volver a trabajar.
“Realmente es muy bueno que después de tantos meses podamos volver a trabajar y estamos agradecidos con los clientes que llegan que están cumpliendo con todos los protocolos vigentes”, concluyó.
Fuente: Foco