EL lunes entró en vigencia el decreto presidencial el cual prohíbe las reuniones sociales en toda la argentina hasta el 16 de agosto. Pese a esto, Corrientes anunció que no acatará la medida. De acuerdo al gobierno de la provincia vecina, la situación sanitaria en el distrito es diferente a la de otras jurisdicciones donde se registró un aumento de casos de coronavirus, por lo que el cumplimiento de la normativa del Gobierno, según dicen, resulta innecesario.
En ese marco, el secretario general correntino, Carlos Vignolo, sostuvo que «no hay razones para que Corrientes cambie». De esta forma, confirmó que la provincia no implementará la prohibición decretada por el Ejecutivo.
«Nosotros estamos bien, en una situación sanitaria buena, sin circulación viral comunitaria, así que no hay razones para suspender los encuentros sociales y familiares», aseguró Vignolo en declaraciones radiales.