Luego de reportar 1.154 fallecimientos en las últimas 24 horas, Brasil superó los 95.000 muertos por el nuevo coronavirus, según informó el Ministerio de Salud de ese país.
De acuerdo al boletín diario del gobierno, las 1.154 muertes incorporadas a la estadística provocaron que la suma de fallecidos desde el comienzo de la pandemia llegase a 95.819.
Expertos consideraron probable que este viernes se pueda llegar a los 100.000 decesos en el principal socio comercial regional de la Argentina.
Asimismo, se sumaron en las últimas 24 horas al reporte oficial 51.603 nuevos infectados, con lo cual la cifra de enfermos desde el inicio de la pandemia llegó a 2.801.921.
Los tres estados del sur del país, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul, experimentan desde fines de junio un sostenido crecimiento de fallecimientos por Covid-19 y totalizaron hasta hoy 5.462.
Esos tres estados que limitan con Misiones y Corrientes están en medio de una curva ascendente y varias ciudades están eliminado las flexibilizaciones que habían adoptado a partir de mayo.
El estado de San Pablo, el más poblado del país con 46 millones de habitantes, es el principal foco con un acumulado de 23.702 fallecidos y 575.589 casos.
El gobernador paulista, Joao Doria, ratificó hoy que de las dos vacunas que se desarrollan en Brasil en caso de éxito podrán ser aplicadas en la población a partir de febrero.
San Pablo tiene al Instituto Butatan, un ente estatal, que es la mayor fábrica latinoamericana de vacunas.
Mientras tanto, el secretario general de la Presidencia, Jorge Oliveira, se convirtió en el octavo ministro del gabinete del presidente Jair Bolsonaro en contraer Covid-19.
Por otra parte, el mandatario vetó hoy el proyecto para entregar 50.000 reales (alrededor de 900 dólares) a los trabajadores sanitarios que quedaron incapacitados a causa del coronavirus, mientras recibió protección del titular de la Cámara de Diputados para evitar numerosos pedidos de juicio político.
Bolsonaro argumentó que la legislación, ya aprobada por el Congreso, es «contraria al interés público» e «inconstitucional».
El veto tendrá que ser analizado nuevamente por el Legislativo para ser formalmente aprobado.
«A pesar del mérito de la propuesta y de la buena intención del legislador al proponer el pago de compensaciones, la propuesta contiene obstáculos legales», alegó, según el documento publicado por la Presidencia.
“La imposición del aislamiento de los empleados durante siete días en el marco del período de emergencia por la Covid-19 genera una incertidumbre legal y una imprecisión técnica», remarcó.
Previamente, el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, anunció que no dará luz verde a ninguno de los 48 pedidos de juicio político contra el gobernante por considerar que no existe delito de responsabilidad cometidos en relación con su gestión del coronavirus.
La declaración fue interpretada como un salvavidas para Bolsonaro, quien desde junio logró detener la crisis institucional del país haciendo acuerdos con sectores del Congreso para impedir un proceso de destitución por su gestión de la pandemia, cuestionada fuertemente por gran parte del arco político, de la sociedad y de numerosas naciones.
«No veo en estos pedidos de juicio político ningún delito cometido por el presidente», dijo Maia al programa Roda Viva, del canal público paulista TV Cultura.
«Estamos en un momento de pandemia y no es momento de decidir un impeachment sin motivación para eso, es por eso que no decido», agregó Maia, quien no obstante cuestionó a Bolsonaro por haber «minimizado» la tragedia de la pandemia.
Fuente: Télam